Instrucciones para comer

Te sientas en la mesa (a menos que tengas poco tiempo o tengas unos pésimos modales. En ese caso, por favor siéntete libre de sentarte donde te plazca). Tomas el tenedor, el cuchillo, la cuchara o la mano como último recurso y procedes a conducirla lentamente por el camino. Llega a su destino, algún tipo de objeto comestible ¿Huele mal? ¿Huele bien? Quizá ya estés escuchando algún tipo de exclamación por parte de tu estómago, quizá no, quizá tengas que comer aún sin ganas de comer. El caso es que tomas un pedazo de cual-quiere-que-sea ese alimento y acompañas el utensilio hacia su segunda parada: tu boca, solo que esta vez viaja acompañado. Lo pruebas con cautela o con una euforia tremenda (depende el caso) y mueves tu mandíbula en el mundano acto de masticar. Tus dientes destrozan al recién llegado y tu lengua lo embadurna de un liquido transparente y pegajoso ¿Sabe bien? ¿Sabe mal? ¿Cómo es su textura? Espero que bien, porque igual deberás seguir comiendo. Lleva tu lengua hacia el paladar y contrae tus músculos para tragar el bolo de comida. Repite el proceso una y otra vez hasta que ya no quede nada de alimento o, en su defecto, ya no quede más espacio dentro de ti. Suerte.

Cami Bonatto